No importa la hora, el lugar ni la estación del año, sigue estas pautas cuando hagas ejercicio:
- Calma la sed: una regla obvia, pero no por eso menos importante. Bebe entre 8 oz y 16 oz de agua antes de comenzar para no deshidratarte, y hazlo nuevamente después de ejercitar para que tus músculos se recuperen bien y no te duelan al día siguiente. Si sudas mucho cuando ejercitas, bebe suficiente para compensar el agua que tu cuerpo pierde; lo normal es un vaso cada 15 minutos.
- Come algún bocado: come algo dentro de los 30 minutos posteriores al ejercicio. Incluso una banana o un puñado de pretzels pueden servir hasta que llegues a tu casa y comas. Comer después de hacer ejercicio es crucial para restaurar los niveles de glicógeno y evitar el agotamiento de los músculos.
- Usa protector solar: no importa la época del año; si hay sol, debes usar protector solar. Aunque en invierno no parezca necesario, la nieve refleja la luz solar de forma directa sobre los ojos, por lo que ejercitar al aire libre a grandes alturas aumenta el riesgo de exposición a los rayos UV.
- Deja de usar algodón: usa telas sintéticas transpirables que liberen el sudor de tu cuerpo. El algodón tarda en secar, deja la piel húmeda y te hace sentir incómodo durante todo el ejercicio.
- Mantente fresco: cuando sudas, las bacterias naturales de la axila se degradan y producen olor. Utiliza un desodorante antitranspirante lo suficientemente fuerte para combatir el olor y la humedad y así mantenerte fresco, como el desodorante sólido ARM & HAMMER™ ULTRAMAX™, que te brinda protección duradera y la confianza que necesitas durante y después del ejercicio.